Por qué apostar por la educación técnica
Cada año miles de estudiantes de secundaria, al terminar sus estudios, sueñan con una carrera universitaria. En sus mentes está graduarse como licenciado en administración de empresas, médico o abogado, para citar las profesiones más populares en Nicaragua. Estas aspiraciones son válidas. Deben su popularidad a la masificación de la enseñanza superior a través de su gratuidad.
La cultura también nos inclina a rendir homenaje a las carreras universitarias, relegando a un segundo nivel a las carreras técnicas. Existe la percepción de que éstas son promovidas como una oportunidad para las personas de escasos recursos. La realidad es que cualquiera que desee estudiar una carrera a corto plazo puede hacerlo.
Las carreras técnicas fomentan la innovación, el estar atentos a los problemas y prevenirlos, pero sobretodo resolverlos. De esta manera los profesionales pueden contribuir a la sociedad graduándose un como profesional técnico medio o superior.
Frente a la creencia que solamente los profesionales universitarios pueden llegar a ser líderes, podemos mencionar que los profesionales técnicos también están preparados para serlo.
Otro punto importante a desmitificar es que la educación técnica ha sido relacionada a la elaboración de manualidades o habilidades sin ningún impacto en la sociedad. El profesional técnico medio adquiere conocimientos especializados para resolver problemas específicos. Por ejemplo un profesional técnico medio de la carrera Tecnología de los alimentos, puede darle seguimiento al proceso de elaboración de alimentos, ya sea a nivel industrial o de una pequeña o mediana empresa.
La educación técnica es una herramienta para el desarrollo individual de quien desee aprovecharla de acuerdo a su contexto.