¡Nos fuimos a reforestar!
¿Alguna vez has sembrado un árbol en tu casa o colegio? El fuerte sol, el olor a hierba y la tierra húmeda en tus manos son algunos recuerdos que atesoran quienes tienen una experiencia como esa.
Y es que por muy sencillo que parezca, plantar un árbol es una muestra de agradecimiento por la Tierra y de solidaridad con las personas. Un árbol nos proporciona el aire que respiramos, frutas, sombra y frescura, sin contar los artículos que usamos día a día: lápices de grafito, cuadernos, sillas, mesas, puertas, muebles, pisos, casas. Es uno de los recursos más valiosos para los seres vivos.
Sin embargo, existen personas que observan la flora con fines meramente lucrativos, y realizan prácticas insostenibles que solo dejan erosión en la tierra y sequía en los cultivos. Como consecuencia tenemos que las altas temperaturas de este país son cada día más intolerables.
Conscientes de todos estos problemas, como Fundación Victoria nos propusimos contribuir a la conservación de nuestro planeta. Los estudiantes dedicaron un día para la reforestación de más de 400 árboles frutales, en la Reserva Ecológica Natura, en el municipio de San Rafael del Sur. A través de esta experiencia, los jóvenes comprendieron la importancia de cuidar y sembrar árboles. Cada uno de ellos plantó un árbol que dará frutos para las futuras generaciones.
Entonces, la próxima vez que te inviten a una campaña de reforestación, recuerda cuánto puedes aportar cuando siembras un árbol y qué experiencia maravillosa vas a atesorar para tu vida. ¿Te animas a dejar un mundo mejor para el futuro?